viernes, 26 de diciembre de 2008
FREY
Dios del brillo del Sol, de los duendes, hijo de Njord y hermano de la diosa Freya, procuraba la paz y el bienestar a los hombres. Además era el único entre los dioses que tenía derecho a sentarse en el trono de Odín. Era dueño de un barco llamado Skidbladner que podía albergar a todos los guerreros de Asgard e iba siempre acompañado de vientos suaves y favorables. Sin embargo grande como era la embarcación, se podía plegar en un espacio tan pequeño como el de una servilleta. También era dueño de un jabalí de oro llamado Gullinbursti, con el cual podía cruzar los cielos y cabalgar sobre el mar, era más rápido que cualquier caballo, excepto por Sleipnir. De Frey se narraba la unión incestuosa con su hermana Freya.
URD, VERDANDI Y SKULD LAS NORNAS
Deidades nórdicas del Destino, descendientes del gigante Narfi (padre de Nótt, la noche).
Las hermanas personifican el pasado, el presente y el futuro; Urðr (Urd, el pasado) es una mujer muy vieja que está siempre mirando hacia atrás; Verðandi (Verdandi, el ser) es una joven y bella mujer que siempre mira al frente; y a Skuld (Lo que vendrá) se la representa mirando un libro que aún no ha sido escrito.
Las tres hermanas viven bajo el Yggdrasil, cerca del manantial Urdar, en donde se encargan de mantener vivo y fuerte el fresno sagrado regándolo con agua del manantial y poniéndole tierra fértil en sus raíces. También alimentan a los cisnes que vivían en Urdar y cuidaban las manzanas de oro, fuente de juventud de los dioses, que colgaban de las ramas de Yggdrasil, solamente a Idun (diosa de la primavera) le permitían que recogiera la fruta para llevarla al banquete de los dioses.
Su tarea principal era tejer el Destino con hilos de colores que determinaban los sucesos que ocurrirían. Una linea negra que cruzara de Norte a Sur era presagio de muerte aunque a veces, Skuld deshacía con furia el trabajo hecho. Los telares que tejían podían extenderse por kilómetros, siguiendo la fuerza de la ley eterna del Universo (Orlog). Mientras ellas hacían su trabajo, cantaban una canción solemne.
La Historia de Nornagesta
Las tres hermanas visitaron Dinamarca en una ocasión y entraron en la morada de un noble cuando su primer hijo vino al mundo. Introduciéndose en la habitación en la que se encontraba la madre, la primera Norna prometió que el niño sería bien parecido y valiente y la segunda que sería próspero y un gran escaldo, predicciones que llenaron de alegría los corazones de los padres. Mientras tanto, las noticias de lo que estaba sucediendo se habían expandido y los vecinos entraron en la habitación en tales cantidades que la tercera Norna fue empujada groseramente fuera de su asiento.
Furiosa ante esta afrenta, Skuld se alzó altanera y declaró que los dones concedidos por sus hermanas serían inútiles, ya que ella decretaba que el niño viviría sólo tanto tiempo como el cirio que ardía al lado de la cama tardara en consumirse. Estas palabras llenaron de terror el corazón de la madre y estrechó estremeciéndose al bebé contra su pecho, pues el cirio ya casi se había consumido y su extinción estaba cercana. La Norna mayor, sin embargo, no tenía la intención de ver cómo sus predicciones se convertían en nada, pero, ya que ella no podía obligar a su hermana a retractarse de sus palabras, asió rápidamente el cirio, apagó la llama y le entregó el pedazo humeante a la madre del niño, pidiéndole que lo guardara cuidadosamente y que nunca volviera a encenderlo hasta que su hijo estuviera ya hastiado de la vida.
Al niño se le dio el nombre de Nornagesta, en honor a las Nornas y creció siendo tan hermoso, valiente y talentoso como cualquier madre pudiese desear. Cuando fue lo suficientemente mayor como para comprender la solemnidad de sus obligaciones, su madre le contó la historia de la visita de las Nornas el día de su nacimiento y colocó en su mano el fragmento de vela que quedaba, el cual guardó durante muchos años, dentro del armazón de su arpa para más seguridad. Cuando sus padres fallecieron, Nornagesta deambuló de un lugar a otro, tomando parte y destacando en todas las batallas, cantando sus hazañas heroicas dondequiera que fuese. Ya que era de temperamento entusiasta y poético, no se cansó pronto de la vida, y mientras otros héroes se hacían viejos y decrépitos, él permanecía joven de corazón y vigoroso de cuerpo. Por tanto, presenció las emocionantes gestas de las épocas heroicas, fue un preciado compañero de los antiguos guerreros y, tras vivir durante trescientos años, vio que la creencia en los antiguos dioses paganos pasaba a ser sustituida por las enseñanzas de los misioneros cristianos. Nornagesta llegó finalmente hasta la corte del rey Olav Tryggvesson, el cual, siguiendo su costumbre, le convirtió casi a la fuerza y le convenció para que fuera bautizado. Entonces, deseoso de convencer a su gente de que los tiempos de las supersticiones habían pasado, el rey obligó al anciano escaldo a extraer y encender el cirio que había guardado con tanto cuidado durante más de tres siglos.
A pesar de su reciente conversión, Nornagesta observó inquieto la llama mientras parpadeaba y, cuando finalmente se apagó, cayó al suelo sin vida, demostrando así que, a pesar del bautismo recién recibido, él aún creyó en las predicciones de las Nornas.
LOS DIOSES NORDICOS
LOS DIOSES
AEGIR Dios del mar. Hijo de Mistarblindi. Cuando se sentía furioso ocasionaba las tempestades. De los barcos naufragados se decía que habían caído en las fauces de Aegir. Su esposa era su hermana Ran, siendo sus hijas las nueve olas
AESIR La raza principal de dioses de la mitología nórdica. Vivían en el Asgard
BALDER Dios de la verdad, la luz y la inocencia. Hijo de Odín y de Friga. El más bello, sabio y más amado de los dioses. Fue muerto por su hermano Hodur, aunque fue Loki el instigador de aquel asesinato
BOR Padre de los dioses Odín, vili y Ve
BRAGI Dios de la poesía, la elocuencia, la música y la literatura. Estaba casado con Idunn y tenía runas grabadas en la lengua
BURI Dios primigenio, padre de Bor y abuelo de Odín
EIR Diosa de la sanación. Había en la vieja Escandinavia una especie de curanderas llamadas hijas de Eir
FORSETI Dios de la justicia. Hijo de Balder y Ninna. Su palacio era Glitnir. Los dioses respetaban sus sentencias cuando acudían a él para dirimir cualquier desavenencia, logrando reconciliar a todas las partes
FREYA Diosa del amor, la fertilidad y la riqueza. Hija de Njord y hermana de Frey, por lo tanto una de las Vanir que llegaron al Asgard tras la guerra entre estos y los Asir. Su palacio era Folkvang donde recibía a la mitad de los guerreros caídos honrosamente en combate
FREY Dios de la fertilidad y la lluvia. Su estatua se paseaba por los campos para que bendijese las cosechas. Se le representaba sentado, tirándose de la barba puntiaguda y con el pene erecto. Su residencia estaba en Alfheim, tierra de los elfos
FRIGGA Diosa del matrimonio. Esposa de Odín. Su palacio era Fensalir. Algunos expertos piensan que Frigga y Freya eran dos expresiones de la misma diosa
FULLA Ayudante de Frigga. Conseguía que las mujeres quedasen embarazadas
GEFJON Ayudante de Frigga. Se encargaba de las mujeres que morían vírgenes
GIOLL El río que había que cruzar para llegar al Hel
GNA Ayudante de Frigga
GULLTOPR Caballo de Heimdall
GUNGNIR Lanza de Odín, hecha por los enanos
HEIMDALL Guardián del Brifrost. Avisaría de la llegada de los gigantes previa al Rganarok con su cuerno Gjallar
HELL Diosa de la muerte. Hija de Loki y la giganta Angurdoba. Habitaba en el lugar de su mismo nombre, donde iban aquellos que habían muerto por asesinato, enfermedad o vejez
HERMOD Mensajero de los dioses
HODUR Hijo de Odín y Frigga. Causaría indirectamente la muerte de su hermano Bálder
HOENIR Dios Asir que fue mandado como rehén al mundo de los Vanir, tras la guerra entre estas razas de dioses
HUGINN Uno de los cuervos de Odín. Le informaba de todo cuanto veía sobrevolando el mundo
IDUN Esposa de Bragi. Cultivaba las manzanas que mantenían a los dioses sanos y fuertes
JORD Diosa de la Tierra. Madre de Thor y Frigga
JORMUNGANDR Gran serpiente que vivía en el fondo del océano abarcando todo el Midgard
LOFN Una de las ayudantes de Frigga. Se ocupaba de unir las parejas que estaban destinadas para ello
LOKI Ser malévolo y traicionero, que inciaría el Ragnarok. Entró en el Asgard cuando consiguió hacerse hermano de sangre de Odín
MAGNI Hijo de Thor. Sería uno de los que sobreviviesen al Ragnarok
MUNINN Uno de los cuervos de Odín. Le informaba de todo cuanto veía sobrevolando el mundo
NANNA Diosa de la luna. Esposa de Balder y madre de Forseti. Moriría sobre la pira funeraria de su esposo Balder
NJORD Dios de los vientos, invocado en casos de tempestad o para anular los malos deseos de Aegir
NORNAS Diosas que entretejían los hilos del destino. Eran Urd (pasado), Verdandi (presente) y Skuld (futuro)
ODIN El principal de los dioses nórdicos. Su nombre significa furia. Dios de los guerreros, los poetas y los brujos. Su residencia era el Valaskiaff, desde donde podía ver todo lo que ocurría en los nueve mundos
RAN Esposa de Aegir. Atrapaba con su red a los naúfragos
SAGA Diosa de la historia, encargada de mantener la memoria de los pueblos
SIF Diosa de las cosechas y la fertilidad. Esposa de Thor. También llamada la de la cabellera de oro
SJOFN Ayudante de Frigga encargada de que las parejas se reconciliasen
SLEIPNIR Caballo con ocho patas de Odín
SYN Guardián de la puerta del palacio de Frigga
THOR Dios del trueno y enemigo de los gigantes. Su residencia era Bilskinir. Era el dios más cercano a los hombres, que llevaban amuletos con su martillo Mjollnir
TYR Dios de la guerra y de las pruebas físicas. Se encargaba de que en las batallas se combatiese con honor y astucia. Los guerreros llevaban su runa en sus espadas
ULLE Dios de la caza y los arqueros. Era hijo de Thor. Su nombre figura en la toponimia de numerosos lugares de Escandinavia
VALI El último de los hijos de Odín, nacido de la giganta Rind con el propósito de vengar la muerte de Bálder. Sobreviviría al Ragnarok
VALKIRIAS Ejército femenino formado por hijas de Odín. Se encargaban de elegir y llevar al Valhalla a los guerreros muertos en el campo de batalla
VE Hermano de Odín. Dio a los humanos el sentimiento y el habla
VIDAR Hijo de Odín y Grid y hermano de Vali. Sobreviviría al Ragnarok, tras matar al lobo Fenrir
VILI Hermano de Odín y Ve. Dio a los humanos el pensamiento
VOR Ayudante de Frigga que se encargaba de que se cumpliesen las promesas matrimoniales
sábado, 29 de noviembre de 2008
Las Eddas Poeticas en Imagenes
Thor y la serpiente Midgard
Los dioses deseaban realizar una fiesta en la casa de Aegir, pero no podían conseguir la suficiente bebida ya que Aegir no disponía de un caldero lo suficientemente grande para preparar la cerveza. Pidió entonces a Thor que le buscara uno, pero nadie sabía donde podría conseguirlo, entonces Tyr le dio una idea:
- "Al este de los ríos Elivagar, cerca de las fronteras del cielo, habita el sabio Ymer, y este que es mi padre, tiene una sólida caldera de un rast (milla) de profundidad.
- ¿Pensáis que podemos obtenerla?, dijo Thor
- Si, podemos obtenerla con alguna estratagema, contestó Tyr
Entonces Thor tomó la apariencia de un muchacho y junto a Tyr viajaron hasta llegar a casa de Egil, donde dejaron a su cuidado las cabras y prosiguieron hacia el palacio de Ymer. Cuando llegaron Tyr encontró a su abuela, una gigante de 900 pies, pero su madre que era una bella mujer les ofreció bebidas y los aconsejó de que se escondieran bajo unas calderas, pues Ymer, su marido, era muy cruel con los extranjeros.
Cuando Ymer volvió de la pesca al anochecer su mujer lo estaba esperando para comunicarle que su hijo, el que habían estado esperando, estaba ahora en casa y que lo acompañaba el enemigo de los gigantes, Thor, e indicó hacia donde estaban escondidos. cuando Ymer miró la columna se partió y Thor quedó frente a Ymer, el cual hizo matar tres bueyes para ofrecerles una comida aunque no le agradaba la presencia de su enemigo. Thor se comió dos el solo. A la mañana siguiente Thor observó que Ymer preparaba sus botas de pesca y le pidió acompañarlo, a lo que el gigante respondió que no, pero al insistir finalmente le dijo que buscara un cebo y fuera al bote, Thor fue donde estaba el rebaño y sacó el mejor toro de Ymer, le sacó al cabeza y volvió al bote, enseguida partieron, remaron mucho tiempo y al fin Ymer exclamó sorprendido por lo fuerza de Thor que si no se detenían entonces estarían en peligro de la serpiente Midgard, no obstante Thor siguió remando mucho más tiempo. cuando se detuvieron Ymer no tardó en pescar dos ballenas, Thor lanzó su caña con el cebo amarrado el cual llegó rápidamente al fondo, y logró engañar a la serpiente la cual quedó agarrada del anzuelo, Thor tiró tan fuerte que sus pies atravesaron el barco y llegaron al fondo del mar, desde ese momento Thor y la serpiente lucharon mientras ésta le tiraba mares de veneno, Ymer en su espanto comenzó a tiritar y palideció, rápidamente cogió un cuchillo cuando Thor blandía su martillo y cortó la cuerda de forma que la serpiente se sumergió en el mar nuevamente. Thor proporcionó tal puñetazo a Ymer que éste cayó de cabeza al agua.
Cuando regresaron al palacio, el gigante pidió a Thor demostrara nuevamente su fuerza, y le rogó que rompiera su vaso, Thor lo lanzó contra las columnas pero no se rompió, así que su amigo le dio el consejo de que lo tirara contra la frente de Ymer, pues era más dura que cualquier vaso, y así lo hizo Thor, el vaso se rompió y la frente del gigante quedó intacta. Pero aun Thor debía sacar esa caldera fuera del palacio, ya Tyr lo había intentado dos veces, pero sin éxito, Thor con toda su fuerza de Asio tomó la caldera y la subió a su cabeza, sus pies atravesaron el duelo de la sala, cuando vio una multitud de cabezas lanzándose contra él y entremedio la cabeza de Ymer, colocó la caldera sobre su hombro y blandió su martillo, enseguida masacró a todos los gigantes, volvieron entonces a la casa de Egil, el cual informó que una de sus cabras había muerto, así volvieron a la casa de Aegir y ya nada impidió dar la fiesta.
lunes, 27 de octubre de 2008
EL MITO DE LA CREACION
Al principio, érase el Frío y el Calor. El frío era Nilfheim, un mundo de oscuridad, frío y niebla. El calor era Muspell, el mundo del eterno calor. Entre estos dos mundos existía un gran vacío con el nombre de Ginnungagup. En Ginnungagup surgió la vida al encontrarse el hielo de Niflheim y el fuego de Muspell. De este encuentro entre el frío y el calor nacieron primero el ogro Ymer y después la gigante vaca llamada Audumbla. Ymer vivió de la leche de Audumbla, y de su sudor nació una pareja de gigantes, y de sus pies un hijo. Ese fue el origen de los "gigantes de escarcha", también llamados yotes. Audumbla vivió lamiendo la escarcha en las rocas salobres, de donde surgió poco a poco el primer hombre, Bure, y de él descienden los dioses llamados asas. El hijo de Bure, de nombre Bor, se casó con la hija de un yote, Bestla, y juntos tuvieron tres hijos dioses: Odin, Vile y Ve. Odin y sus hermanos mataron a Ymer, y de su cuerpo crearon la tierra, de su sangre el mar, de su cráneo el cielo, de sus huesos las montañas, de su pelo los bosques, de su cerebro las nubes y de sus cejas un muro alrededor del inhabitable exterior. En este nuevo mundo crearon el mundo de los hombres, llamado Midgård. Luego, y para que los hombres no se sintieran solos, crearon en el centro de Midgård el mundo de los asas, Asgård, en cuyo centro crecía un gran fresno llamado Yggdrasil. Yggdrasil fue el árbol de la vida, y si muriera, significaría la destrucción total del mundo. Yggdrasil sostenía el cielo y en su copa vivía un águila, y entre los ojos del águila un gavilán llamado Vederfølner. Por el tronco corría la ardilla Ratatosk pasando noticias e insultos entre el águila el dragón Nidhug que vivía al lado de una de las raíces de Yggdrasil. Cuatro ciervos corrían por sus ramas y el rocío que caía de su cornamenta formaba los ríos del mundo. Yggdrasil tenía tres raíces. Una yacía en Asgård, donde también se encontraba el pozo de Urd vigilado por tres nornas, encargadas de sacar agua del pozo para regar Yggdrasil. Estas tres nornas (diosas del hado) reinaban sobre el destino de los hombres y decidían si vivirían felices o no. La otra raíz yacía en Jotunheim, el mundo de los yotes (gigantes de escarcha), y aquí también se encontraba el pozo de Mimer. Era el pozo de la sabiduría y el que bebía del pozo sabría todo lo pasado y todo lo venidero. En el fondo del pozo se hallaba uno de los ojos de Odin, quien lo dio en prenda a cambio de sabiduría. La tercera raíz yacía en Niflheim, donde se encontraba también el dragón Nidhug. En Asgård tenía Odin su casa llamada Valhal, donde vivían los guerreros vikingos muertos (Einherjerne) y las valquirias. Las valquirias eran las vírgenes guerreras o espíritus de guerra de Odin, y las que llevaban a los guerreros muertos a Valhal. Valhal tenía 540 puertas y todas tan grandes que podían entrar 800 hombres a la vez. Su techo estaba cubierto de escudos dorados, encima de los cuales caminaba la cabra Heidrun. Heidrun comía las hojas de Yggdrasil y de su ubre caía la hidromiel que bebían los guerreros. Todos los días los guerreros de Valhal salían al campo de batalla, aunque ahora sin que les ocurriera nada. Si se les caía un brazo o una pierna, las valquirias lo arreglaban por la noche. Después de la batalla venía el gran festín con mucha comida y bebida. Valhal era una especie de paraíso para los guerreros, algo que les quitaba el miedo a morir. Así se preparaban para la última batalla el día de Ragnerok, "el crepúsculo de los dioses", el día del fin del mundo
Al principio, érase el Frío y el Calor. El frío era Nilfheim, un mundo de oscuridad, frío y niebla. El calor era Muspell, el mundo del eterno calor. Entre estos dos mundos existía un gran vacío con el nombre de Ginnungagup. En Ginnungagup surgió la vida al encontrarse el hielo de Niflheim y el fuego de Muspell. De este encuentro entre el frío y el calor nacieron primero el ogro Ymer y después la gigante vaca llamada Audumbla. Ymer vivió de la leche de Audumbla, y de su sudor nació una pareja de gigantes, y de sus pies un hijo. Ese fue el origen de los "gigantes de escarcha", también llamados yotes. Audumbla vivió lamiendo la escarcha en las rocas salobres, de donde surgió poco a poco el primer hombre, Bure, y de él descienden los dioses llamados asas. El hijo de Bure, de nombre Bor, se casó con la hija de un yote, Bestla, y juntos tuvieron tres hijos dioses: Odin, Vile y Ve. Odin y sus hermanos mataron a Ymer, y de su cuerpo crearon la tierra, de su sangre el mar, de su cráneo el cielo, de sus huesos las montañas, de su pelo los bosques, de su cerebro las nubes y de sus cejas un muro alrededor del inhabitable exterior. En este nuevo mundo crearon el mundo de los hombres, llamado Midgård. Luego, y para que los hombres no se sintieran solos, crearon en el centro de Midgård el mundo de los asas, Asgård, en cuyo centro crecía un gran fresno llamado Yggdrasil. Yggdrasil fue el árbol de la vida, y si muriera, significaría la destrucción total del mundo. Yggdrasil sostenía el cielo y en su copa vivía un águila, y entre los ojos del águila un gavilán llamado Vederfølner. Por el tronco corría la ardilla Ratatosk pasando noticias e insultos entre el águila el dragón Nidhug que vivía al lado de una de las raíces de Yggdrasil. Cuatro ciervos corrían por sus ramas y el rocío que caía de su cornamenta formaba los ríos del mundo. Yggdrasil tenía tres raíces. Una yacía en Asgård, donde también se encontraba el pozo de Urd vigilado por tres nornas, encargadas de sacar agua del pozo para regar Yggdrasil. Estas tres nornas (diosas del hado) reinaban sobre el destino de los hombres y decidían si vivirían felices o no. La otra raíz yacía en Jotunheim, el mundo de los yotes (gigantes de escarcha), y aquí también se encontraba el pozo de Mimer. Era el pozo de la sabiduría y el que bebía del pozo sabría todo lo pasado y todo lo venidero. En el fondo del pozo se hallaba uno de los ojos de Odin, quien lo dio en prenda a cambio de sabiduría. La tercera raíz yacía en Niflheim, donde se encontraba también el dragón Nidhug. En Asgård tenía Odin su casa llamada Valhal, donde vivían los guerreros vikingos muertos (Einherjerne) y las valquirias. Las valquirias eran las vírgenes guerreras o espíritus de guerra de Odin, y las que llevaban a los guerreros muertos a Valhal. Valhal tenía 540 puertas y todas tan grandes que podían entrar 800 hombres a la vez. Su techo estaba cubierto de escudos dorados, encima de los cuales caminaba la cabra Heidrun. Heidrun comía las hojas de Yggdrasil y de su ubre caía la hidromiel que bebían los guerreros. Todos los días los guerreros de Valhal salían al campo de batalla, aunque ahora sin que les ocurriera nada. Si se les caía un brazo o una pierna, las valquirias lo arreglaban por la noche. Después de la batalla venía el gran festín con mucha comida y bebida. Valhal era una especie de paraíso para los guerreros, algo que les quitaba el miedo a morir. Así se preparaban para la última batalla el día de Ragnerok, "el crepúsculo de los dioses", el día del fin del mundo
sábado, 25 de octubre de 2008
EL CANTO DE HARBARD
HÁRBARDSJOD
(Canto de Hárbard)
Thor volvía de oriente, cuando llegó ante un canal. Al otro lado del canal
estaba el barquero con su barca. Thor dijo:
“¿Quién es el mozo entre los mozos a la otra orilla del canal?”
Respondió:
“¿Quién es el hombre entre los hombres que me habla sobre las olas?”
Thor dijo:
“Crúzame el canal, te daré buen desayuno,
llevo en mi cesta, a la espalda, el mejor de los almuerzos;
comí en mi casa, antes de marchar,
arenque y cabrito, y aún estoy saciado.”
El barquero dijo:
“Cual proeza temprana alabas tu comida;
y eres poco previsor:
triste está tu familia, creo que tu madre murió.”
Thor dijo:
“Dices ahora lo que a todos parece
ser lo más grave: que mi madre ha muerto.”
El barquero dijo:
“Claro, ya veo que te faltan tres bienes:
llevas las piernas desnudas, ropas de vagabundo,
ni calzas parece que tengas.”
Thor dijo:
“¡Trae acá tu lancha! Te diré dónde atracar.
Mas, ¿de quién es la barca que ahí tienes en tierra?”
El barquero dijo:
“Hildúlf se llama quien me mandó vigilar,
el sagaz guerrero que habita el Rádseysund;
me dijo que no pasara salteadores ni cuatreros,
sólo a los buenos y a los que conozca bien.
Dime, pues, tu nombre si quieres pasar el canal.”
Thor dijo:
“Sí, te diré mi nombre aunque me afrentes,
y a toda mi familia: soy el hijo de Odín,
hermano de Meili y padre de Magni,
rey poderoso de dioses: con Thor estás hablando.
Y ahora quiero saber cómo te llamas tú.”
El barquero dijo:
“Hárbard me llamo, y no oculto mi nombre.”
Thor dijo:
“¿Por qué ocultar tu nombre si no has hecho algo malo?”
Hárbard dijo:
“Y aunque lo hubiera hecho, si es a alguno como tú,
salvaría mi vida si no es la muerte mi sino.”
Thor dijo:
“Poca gana me da
de vadear yo las olas y mojar mi carga;
te haré pagar tus burlas, insolente,
y tus chanzas, si es que paso el canal.”
Hárbard dijo:
“Aquí me quedo, aquí te espero,
no hallarás nadie más recio desde la muerte de Hrungnir.”
Thor dijo:
“¿Quieres recordarme mi lucha con Hrungnir,
el gigante altanero de cabeza de piedra?
Pues le derribé, y le quité la vida.
¿Qué hacías tú entretanto, Hárbard?”
Hárbard dijo:
“Estuve con Fjölvar durante cinco inviernos,
en la isla que llaman Allgraen;
combate allí tuvimos, y hombres abatimos,
mucho osamos, y el amor gustamos.”
Thor dijo:
“¿Cómo os trataron vuestras mujeres?”
Hárbard dijo:
“Serían mujeres vivaces si hubieran sido dóciles,
serían mujeres sabias si hubieran sido fieles;
trenzaron cables con arena,
y de valles profundos
excavaron prados.
Sólo mi juicio fue mejor que el de ellas,
yací con siete hermanas,
y tuve amor y placer con todas.
¿Qué hacías tú entretanto, Thor?”
Thor dijo:
“Yo maté a Thjálfi, el audaz gigante,
y lancé los ojos del hijo de Allvaldi
hacia el claro cielo;
son las mejores huellas de mis proezas
pues todos los hombres las pueden ver.
¿Qué hacías tú entretanto, Hárbard?”
Hárbard dijo:
“Muchos amoríos tuve con hechiceras,
y se las quité a sus maridos;
un fiero troll creo que fue Hlébard,
me dio la varita mágica
y yo le arrebaté la razón.”
Thor dijo:
“Mal premio le diste por su buen regalo, me parece.”
Hárbard dijo:
“Tiene el roble lo que a otros quita;
cuide de sí cada uno.
¿Qué hacías tú entretanto, Thor?”
Thor dijo:
“Yo estuve en oriente, combatiendo gigantes,
y pérfidas doncellas cuando iban al monte;
muchos hijos tendrían los trolls si todos vivieran,
ningún hombre podría vivir en el Midgard.
¿Qué hacías tú entretanto, Hárbard?”
Hárbard dijo:
“Yo estuve en Valland librando combates,
incité a la lucha, nunca a hacer la paz.
A Odín van los nobles que caen en combate,
y a Thor sólo los thrals.”
Thor dijo:
“Desigual reparto harías de la gente a los Aesir
si tuvieras poder para hacerlo.”
Hárbard dijo:
“Thor es muy fuerte mas no valiente;
por miedo y cobardía te ocultaste en el guante,
y no parecías Thor.
No tuviste valor, lleno de miedo,
de estornudar ni peer, por si Fjalar te oía.”
Thor dijo:
“¡Hárbard, maricón! Te enviaría al infierno
si pudiera cruzar el vado.”
Hárbard dijo:
“¿Por qué cruzar el canal si no tenemos pleito?
¿Qué hacías tú entretanto, Thor?”
Thor dijo:
“Yo estuve en oriente defendiendo ríos,
cuando me atacaron los hijos de Svárang.
Me arrojaron piedras: de poco les sirvió
pues enseguida hubieron de pedirme la paz.
¿Qué hacías tú entretanto, Hárbard?”
Hárbard dijo:
“Yo estuve en oriente, charlé con una muchacha
blanca como el lino, jugamos y hubo encuentros secretos:
gocé a la áurea doncella, la moza amaba el placer.”
Thor dijo:
“Buen surtido de muchachas tenías entonces.”
Hárbard dijo:
“Tu ayuda habría precisado, Thor,
para guardar a la blanca cual lino.”
Thor dijo:
“Bien te habría ayudado si hubiera estado allí.”
Hárbard dijo:
“En ti habría confiado, si no fueras tan falso.”
Thor dijo:
“Yo no muerdo los talones cual vieja bota en primavera.”
Hárbard dijo:
“¿Qué hacías tú entretanto, Thor?”
Thor dijo:
“Doncellas guerreras combatí en Hlésey.
Habían hecho lo peor: mataron a todo un pueblo.”
Hárbard dijo:
“Fue gran cobardía, Thor, luchar contra mujeres.”
Thor dijo:
“Esas eran lobas más que mujeres,
destrozaron mi barco que estaba varado,
me asustaron con un tocho, pusieron en fuga a Thjálfi.
¿Qué hacías tú entretanto, Hárbard?”
Hárbard dijo:
“Yo estuve con la tropa que vino aquí;
las banderas erguidas, tintas en sangre las lanzas.”
Thor dijo:
“¿Así, dices que fuiste tú quien vino a traernos la discordia?”
Hárbard dijo:
“Te ofrezco en compensación un buen brazalete,
como harían los jueces queriéndonos reconciliar.”
Thor dijo:
“¿Dónde aprendiste tales palabras mordaces?
Nunca las he oído de mayor sarcasmo.”
Hárbard dijo:
“Las aprendí de los hombres antiguos, que ahora viven en los bosques de
la tierra.”
Thor dijo:
“Buen nombre das a los túmulos mortuorios, al llamarlos bosques de la
tierra.”
Hárbard dijo:
“Así lo creo yo también.”
Thor dijo:
“Ese descaro te resultará mal
si decido vadear las olas;
más fuerte que el lobo, gritarás, seguro,
si te golpeo con mi martillo.”
Hárbard dijo:
“Sif tiene un amante, vete a casa a buscarlo:
podrás probar tu valor en cosa más acuciante.”
Thor dijo:
“Das gusto a tu lengua, dices lo que puede doler más;
eres un cobarde, y creo que mientes.”
Hárbard dijo:
“Creo que digo la verdad, se retrasa tu viaje
habrías llegado ya lejos, Thor, si hubieras puesto otra cara.”
Thor dijo:
“¡Hárbard, maricón! Tú me has retrasado.”
Hárbard dijo:
“A Ásathor nunca pensé que pudiera
frenarle un barquero en el viaje.”
Thor dijo:
“Te daré un buen consejo: trae acá tu barca,
dejémonos de amenazas, acude al padre de Magni.”
Hárbard dijo:
“¡Vete del canal! Se te niega el paso.”
Thor dijo:
“Muéstrame, pues, el camino si no me quieres cruzar el mar.”
Hárbard dijo:
“Fácil es negarse: lejos hay que viajar.
Una hora en el campo, otra campo a través,
luego un camino a la izquierda, hasta llegar a Verland.
Allí hallará Fjörgyn a su hijo Thor
y le indicará los caminos familiares hacia tierras de Odín.”
Thor dijo:
“¿Llegaré allí hoy?”
Hárbard dijo:
“Con fatiga y dolor, creo que al alzarse el sol,
cuando se funde la nieve.”
Thor dijo:
“Breve será ya la charla, ya que sólo con burlas me respondes;
pagarás por negarme el viaje, si nos volvemos a encontrar.”
Hárbard dijo:
“¡Vete ya, y que te lleven los demonios!”
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